domingo, 8 de diciembre de 2013

Sentando frente al teclado. Me vuelvo envuelto de nuevo en esa circunstancia de querer algo, pero sin saber que. Como obsesionado a la limpieza, que no puede ver punto negro en el piso o la mesa, pero con la diferencia no me mato por querer limpiarlo. Bueh asi es la mente, mi cabeza, no se desespera por querer halar, pero si se siente necesitada de algo; de hablar, de querer, sufrir, y sufrir un poco mas, y querer, pero por un rato. Hacer sentir que la mitad de mi cuerpo este dormido, como que estar en un frenesi de droga pero sin droga, lo que seria aun mas loco(y que muchos lo pensaron no?).

Y abajo de la noche con un cielo que se cae a pedazos, con el viento fresco de la tormenta chocando contras mis persepciones, anteponiendose ante mi existencia, mis pensamientos y sentimientos, como que salto del contexto al hipertexto, mas de lo normal a la persepcion y lo absurdo es arte. Cuando la tormenta vuelve a morir y los grillos son remplazados por pajaros mañaneros, comienza de nuevo el divorcio de las preguntas, el querer algo y mi ser, de nuevo...

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